Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
Lucas 2:11-14
El mejor acontecimiento que pudo haber pasado en este mundo es que el propio Dios del cielo, viniera para mostrar toda su misericordia a la humanidad caída.
La condición pecadora y caída de la raza humana hace absolutamente imposible que pueda agradar a Dios, y menos presentarse ante él, con justicia propia para salvación.
Pues ésta es la razón por la que el mismo Dios, decidió bajar a la tierra y hacerse hombre como nosotros, para poder ofrecerse así mismo en Justicia en favor del pecador, por el amor inmutable hacia sus escogidos.
¡Gloria a Dios!
¡Gloria a Él por la eternidad!
¡Bendito sea Su santo Nombre!
¡Santísimo por los siglos de los siglos!
¡Santo, Santo, Santo!
¡Aleluya!
¡Amén!
Gracias por visitar este blog.
Les deseo a todos que tengan una hermosa navidad.
Un abrazo fraterno.