Mostrando las entradas con la etiqueta Mujer. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Mujer. Mostrar todas las entradas

sábado, 5 de noviembre de 2016

Así Caza Una Mala Mujer, La Preciosa Alma Del Varón


Vi entre los simples,
Consideré entre los jóvenes,
A un joven falto de entendimiento,
El cual pasaba por la calle, junto a la esquina,
E iba camino a la casa de ella,
A la tarde del día, cuando ya oscurecía,
En la oscuridad y tinieblas de la noche.
Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro,
Con atavío de ramera y astuta de corazón.
Alborotadora y rencillosa,
Sus pies no pueden estar en casa;
Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas,
Acechando por todas las esquinas.
Se asió de él, y le besó.
Con semblante descarado le dijo:
Sacrificios de paz había prometido,
Hoy he pagado mis votos;
Por tanto, he salido a encontrarte,
Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.
He adornado mi cama con colchas
Recamadas con cordoncillo de Egipto;
He perfumado mi cámara
Con mirra, áloes y canela.
Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana;
Alegrémonos en amores.
Porque el marido no está en casa;
Se ha ido a un largo viaje.
La bolsa de dinero llevó en su mano;
El día señalado volverá a su casa.
Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras,
Le obligó con la zalamería de sus labios.
Al punto se marchó tras ella,
Como va el buey al degolladero,
Y como el necio a las prisiones para ser castigado;
Como el ave que se apresura a la red,
Y no sabe que es contra su vida,
Hasta que la saeta traspasa su corazón.

Proverbios 7:7-23


jueves, 12 de noviembre de 2015

Honra a tu esposa - no tienes otra opción


1 Pedro 3:1-7
1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 
2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 
3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. 
5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; 
6 como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. 
7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.


El Dios que hizo el cielo y la tierra y todas las cosas que en ellos hay, a través de su palabra ha dado instrucciones claras para todos los sucesos que se desarrollan en la tierra, y uno de esos sucesos es el buen trato a la mujer.
Todo marido sin excepción, tiene el mandato de Dios de tratar muy bien a su mujer; es su obligación vivir con sabiduría con ellas y darles un trato muy especial y de mucho cuidado; debe cuidar de no maltratarla, y de no entristecerla, ni con hechos, ni con palabras.

Efesios 5:28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.

La mujer es parte del cuerpo del hombre, osea son un solo cuerpo, y Dios manda que los maridos amen a sus mujeres con el mismo amor con que ellos aman su cuerpo. Por ejemplo:
Un hombre no se corta o cercena una parte de su cuerpo porque le duele o porque no le gusta algo de esa parte de su cuerpo. La mujer es parte del cuerpo de un marido y debe cuidar esa parte para que este bien alimentada, honrada, limpia, descansada, etc.