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jueves, 12 de noviembre de 2015

Honra a tu esposa - no tienes otra opción


1 Pedro 3:1-7
1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 
2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 
3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. 
5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; 
6 como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. 
7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.


El Dios que hizo el cielo y la tierra y todas las cosas que en ellos hay, a través de su palabra ha dado instrucciones claras para todos los sucesos que se desarrollan en la tierra, y uno de esos sucesos es el buen trato a la mujer.
Todo marido sin excepción, tiene el mandato de Dios de tratar muy bien a su mujer; es su obligación vivir con sabiduría con ellas y darles un trato muy especial y de mucho cuidado; debe cuidar de no maltratarla, y de no entristecerla, ni con hechos, ni con palabras.

Efesios 5:28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.

La mujer es parte del cuerpo del hombre, osea son un solo cuerpo, y Dios manda que los maridos amen a sus mujeres con el mismo amor con que ellos aman su cuerpo. Por ejemplo:
Un hombre no se corta o cercena una parte de su cuerpo porque le duele o porque no le gusta algo de esa parte de su cuerpo. La mujer es parte del cuerpo de un marido y debe cuidar esa parte para que este bien alimentada, honrada, limpia, descansada, etc.