Mostrando las entradas con la etiqueta como. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta como. Mostrar todas las entradas

martes, 31 de mayo de 2016

Vestíos, pues, como escogido de Dios, santos y amados



Vestíos Como Escogidos De Dios
En la palabra de Dios encontramos todo lo necesario para nuestras vidas y una de estas cosas muy necesarias es como debemos adornar nuestras casas espirituales, o sea nuestro yo y nuestro cuerpo en todo sentido.

Vayamos a la Biblia y busquemos:
Col. 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
3:14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 


1-   Vestirnos como escogidos de Dios:
Es un mandato del Señor que nos vistamos como sus escogidos, él por su gracia y por amor de sí mismo (Isaías 23:45) nos ha seleccionado o nos ha escogido para salvarnos y santificarnos para que le pertenezcamos eternamente.

¿Como debe ser nuestra vestimenta espiritual y corporal?

1. Santos

Vístete absolutamente perfecto.
¿Nuestra ropa que nos ponemos es agradable a Dios?
¿Estamos mostrando santidad en nuestra manera de vestir?
¿Realmente puede reflejar un mínimo de santidad nuestra manera de vestir?
En esta época vemos como el sistema de este mundo está llenando de una serie de modas en la vestimenta, buscando trajes cada vez más diminutos, haciendo parecer que los trajes apretados que usan muchos jovencitas ya hasta parezcan decentes.
Las personas del mundo pueden vestirse como les dé la gana, pero una persona que pertenece a Dios no. ¿Porque?

a. Porque hemos sido llamados a ser imitadores de Dios.


Efesios 5:1-2 “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”

Dios es santo y nos ama mucho y el manda que así como es él, nosotros también imitemos Su carácter.

b. Porque en todo lo que hagamos debemos darle gloria a Dios.

1 Co. 10:31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

Una de las razones por la cual no somos excelentes en lo que hacemos, es porque nunca tenemos en cuenta a Dios cuando hacemos las cosas; es decir: cuando limpiamos algo, no lo hacemos para el Señor; cuando trabajamos, no lo hacemos para el Señor; cuando servimos a alguien, no lo hacemos para el Señor, cuando miramos, no lo hacemos para el Señor; cuando caminamos, no lo hacemos para el Señor, cuando comemos, no lo hacemos para el Señor; cuando entablamos un trato con alguna persona, no lo hacemos para el Señor, cuando dirigimos la palabra a alguien, no lo hacemos para el Señor... Y así podemos enumerar cientos de situaciones en nuestra vida diaria en las cuales no estamos dándole la gloria al Señor.  

c.- Porque Dios quiere mostrar a todos que tu perteneces a Dios.

2 Cor. 2:14 Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. 

A través de nosotros Dios muestra Su existencia, y una de las formas de como la muestra es cuando Dios se refleja en nosotros. Es decir, todo lo que hay en nosotros y lo que sale de nosotros debe mostrar al mundo pecador que nosotros somos de Dios.  

d.- Porque Dios manda que la mujer vista decorosamente.

1 Tim. 2:9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,

En todos los tiempos y más en estos tiempos, Dios manda específicamente a la mujer, que ésta vista decorosamente. La mujer que es de Dios, se preocupará por usar vestimentas que le agraden a él, sin embargo a la religiosa no le importará mucho el vestirse conforme al agrado de Dios, porque no es importante para ella, debido a que se ama a sí misma y no le importa nada mas; por lo tanto es probable que no sea parte del rebaño. 


2. Vestíos de entrañable misericordia

Es decir que el cristiano debe tener una profunda compasión para perdonar y ayudar a otros cuando hay hermanos o personas que padecen necesidad.


3. Vestíos de benignidad.

Bondad, benevolencia, piedad
 Cúbrete de afabilidad; se agradable, suave en tu conversación y trato tolerante, o sea que tengamos buen trato con los demás.
Efesios 4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

4.- Vestíos con humildad.  

Es el más hermoso de los vestidos.
La humildad en el cristiano no tiene que ver con la pobreza, sino con el carácter
Lo contrario de humildad es el orgullo.
Prov. 21:4 Altivez de ojos, y orgullo de corazón, 
Y pensamiento de impíos, son pecado.
El que es humilde es obediente
El que es humilde es modesto
El que es humilde es sencillo
Sal. 138:6 
Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde,
Mas al altivo mira de lejos.
Hay que revisar nuestras vidas no vaya a ser que el Señor nos esté mirando de lejos, no vaya a ser que la atención del Señor no esté con nosotros por causa de nuestra altivez o nuestro orgullo.
Romanos 12:16
Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Habemos cristianos muy orgullosos y eso no nos permite tener una buena relación con nuestros hermanos y aún hasta con nuestras familias.
El que es humilde es sumiso
1 Pedro 5:5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque:
Dios resiste a los soberbios, 
Y da gracia a los humildes.

Debemos aprender a ser humildes, dejar el orgullo.
1 Pe. 5:6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
Quítate el orgullo y sométete voluntariamente a Dios. Ese es el vestido más hermoso.

5.- Vestíos con mansedumbre.  

Apacibilidad de carácter exenta de altivez o vanidad. Predisposición mental que permite sufrir con paciencia las ofensas que se reciben sin irritación, resentimiento o ánimos de venganza. La mansedumbre está estrechamente enlazada con otras virtudes, como la humildad y la amabilidad, de las que rara vez se la halla separada.
El ejemplo más sublime que tenemos en cuanto a la mansedumbre es el Señor Jesucristo.
1 Pe. 2:21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
2:22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
2:23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 
La mansedumbre es una prenda muy importante en el cristiano porque es el vestido que permite soportar todas las circunstancias difíciles y los maltratos a los que nos exponen.

6.- Vestíos con paciencia.

(Wikipedia) La paciencia es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir algún bien.

Paciencia es la cualidad de resistir con firmeza, con la confiada expectativa de un fin deseado, a pesar de las dificultades, del desánimo y de las circunstancias desalentadoras y, a menudo, del  sufrimiento.

Colosenses 1:11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 



"QUE EL SEÑOR EN SU INFINITO AMOR Y MISERICORDIA NOS AYUDE A VIVIR COMO SUS ESCOGIDOS Y A MOSTRARLE AL MUNDO QUE ES NUESTRO DIOS"